Controlar las ganas de comer de forma compulsiva

Reconocer que eres un comedor/a compulsivo/a y que tienes un problema es el primer paso para lograr la abstinencia. Lo que tienes que aprender es a llevar una relación sana con la comida, ahora mismo tu relación con la comida es inestable, se trata de  una relación intensa de amor- odio.  Vamos a intentar llevarnos bien con la comida, ya que somos lo que comemos y necesitamos comer. Cuanto más nos cuidemos mejor estaremos con nosotros mismos.

– Aprender a reconocer la sensación de hambre. Cuando aparezca la sensación de necesitar comer detente unos segundos y respira profundamente.  Cuando comes de forma compulsiva una parte de tu cerebro se activa y sientes placer. La respiración profunda ayuda a sentir esa misma sensación. Realiza respiraciones largas el tiempo que necesites. Llena tu vientre de aire y expúlsalo lentamente. Nota como tu vientre está lleno y nota como poco a poco va desapareciendo la sensación de hambre.

-Analizar en qué momentos del día cuando estás en casa eres más propenso a sufrir atracones para poder prevenirlos.

-Analiza qué sensación, qué emoción te invade en el momento en que experimentas esas ganas incontrolables de comer, es tristeza,  es soledad… trabaja con tus emociones, no las evites, acéptalas.

– Aprende a ganar control, al principio te resultará difícil pero con la práctica te sentirás cada vez mejor. Prémiate cuando consigas controlar tus impulsos, vete de compras o ves al cine con tus amigos.

-Reducir las posibilidades para que el atracón se lleve a cabo: a la hora de comprar alimentos en el supermercado seleccionar alimentos saludables, así conseguiremos no tener a nuestro alcance todo tipo de alimentos con alto valor calórico.  Haz limpieza de armarios y nevera, a partir de ahora vas a optar por comer solamente alimentos saludables.

– Comparte tu problema con algún amigo o familiar de confianza. Al principio cuando tengas ganas de comer habla con esa persona por teléfono y explícale como te sientes, te ayudará a superar el momento.

-Procurar  hacer cinco comidas diarias para evitar la sensación de hambre. Cuando siervas la comida en el plato controla la cantidad ya que tendemos a comer todo lo que tenemos en el palto.  Al comer, presta plena atención en este acto. Saborea la comida, disfruta, come lo que te apetezca con  moderación y siente el placer que te produce comer.  Mastica despacio y concéntrate en la sensación de saciedad, aprende a saber cuando estás lleno y para de comer. Nunca dejes que pasen más de cuatro horas  entre cada comida.

– Escoge un solo lugar de la casa para comer, como por ejemplo en la cocina; cada vez que tengas la necesidad de comer hazlo solamente allí.

– Practicar ejercicio físico libera endorfinas y elimina la ansiedad, prueba a realizarlo de forma regular.

-Revisa también el sueño; llevar un estilo de vida saludable te ayudará a sentirte mejor.

-Evitar comer cuando se esté aburrido, cansado, solo, nervioso… Realizar otro tipo de actividad para focalizar la atención en otra sensación te ayudará.

– No te sientas culpable después de haber tenido un atracón. La culpa no te ayuda, todo lo contrario, hace que te sientas mal contigo mismo y pierdas la sensación de poder controlar la situación. Lo  estás intentando y no es fácil, a base de entrenamiento lo harás cada vez mejor.

– Rótulos de advertencia:  escribe en lugares de la casa en los que acostumbras guardar comida o los asocias a ella “ recuerda como te sentirás después del atracón ”

-Cumplimentar hojas de registro para tomar conciencia del acto compulsivo. Anota en una hoja todo lo que ingeriste la última vez que tuviste un atracón y toma conciencia de lo perjudicial que es este acto tanto para tu salud física como mental. Ten la hoja a la vista.

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